Lab logo

Hola a tod@s, hoy vengo a mostraros el logo que utilizaré para representar mi lab, y que ya lleva en la web (y en mi perfil de twitter) un par de semanas. Lo ha realizado Yanina Fiorio Pettina, una amiga de siempre, con la que he colaborado en suficientes trabajos como para aconsejaros que os deis una vuelta por su sitio para maravillaros con su obra. Yanina es diseñadora y artista, y creo que ha hecho un gran logo que representa los principales objetivos de mi trabajo:

Todos nacemos con una maquinaria neuronal predeterminada para procesar magnitudes, pero necesitamos aprender los números para trabajar con estas magnitudes de forma exacta. La idea de la cultura modificando sistemas psicológicos de origen biológico me parece fascinante. Por ello estoy centrado en entender cómo logramos hacer tal cosa cuando somos niños. Creo que el logo representa bien la idea: en nuestro contexto nos rodean las magnitudes, los conjuntos, las cantidades, que nosotros representamos, tras una costosa especialización neuronal, mediante símbolos, los números arábigos.

Con todo, quisiera aclarar la idea de Lab. Normalmente llamamos laboratorio al lugar físico de experimentación, pero en el mundo académico anglosajón, un lab ya no es solo un lugar, sino que se usa el término para referirse al grupo de trabajo que hace investigación. Cuando hablamos de ciencias sociales, y en especial cuando está involucrada la educación, el concepto de lab como grupo de trabajo me parece más lógico, dado que no solemos utilizar espacios físicos de experimentación, sino que hacemos investigación ecológica: llevamos la investigación a los centros educativos. Ojo! Lo ideal (necesario es una palabra mejor aquí) es equipar las facultades de educación de nuestras universidades con laboratorios físicos para hacer experimentación mucho más rigurosa, pero no todos entienden esa necesidad o pueden pagarla. Por ejemplo, los estudios que llevamos a cabo con eye-tracker (equipo de registro de movimientos oculares) no se pueden realizar en el colegio, sino que precisamos espacios en la U. En realidad ya hay equipos que lo permiten, ¡pero son demasiado costosos! Todo a su tiempo.

En fin, para tener un lab, básicamente hay que tener los siguientes elementos: financiamiento para sostener infraestructura para llevar a cabo una investigación; un equipo de personas que te acompañe en la aventura de investigar (cuanto más estable mejor); equipamiento para poder conducir los experimentos diseñados; y motivación, tanto para realizar la labor de investigar, que no es poca cosa en sí misma, y también, por supuesto, por tus líneas de investigación. Es básico fijar objetivos y mantener la motivación de perseguirlos de la forma más rigurosa y ética posible (esta parte es la gratuita, y la que le falta a muchos). Algunos dirían que además de estos elementos, habría que añadir el apoyo institucional y la productividad. Ambas van totalmente de la mano, y suelen ser resultado de lo riguroso que seas haciendo tu trabajo de investigación.

En mi caso, creo que cuento todo, aunque como acabo de moverme a otra universidad (con cambio de ciudad incluido), el equipo de trabajo se ha tambaleado un poco. Sumémosle el tiempo de pandemia y los retrasos que ésta ha ocasionado. Pero cuento con tesistas motivadas y espero poder ir conformando un buen grupo de trabajo aquí, en la UDP, con tiempo. Sin duda el tiempo y la proyección son elementos clave para mantener un lab. La ciencia es lenta, hay que asumir eso y no decaer en la motivación.

Por otro lado, no puedo dejar de hablaros del lab al que pertenezco, y al que mi lab está asociado jerárquicamente. CONAD (Cognición y Neurociencia del aprendizaje y sus dificultades) es un fabuloso grupo de investigación interuniversitario donde participo, con orgullo y mucho esfuerzo, junto a mis compañeros: Cristina Rodríguez (UCSC, ULL), Felipe Sepúlveda (UCSC), Roberto Ferreira (UC) y Sandra González (UCSC), además de un grupo tesistas muy motivado y bien preparado (sin los cuales no funcionaría nada).

La ciencia es colaborativa, cada vez más abierta. No debemos perder el foco en impactar en las dinámicas regionales, pero siempre tratando de que el alcance de nuestras investigaciones sea a nivel internacional. Por ello, os invito a echar un vistazo a mis redes (no podía dejar de nombrarlo en esta entrada). Probablemente, debiéramos incluir las redes de trabajo entre los elementos necesarios para tener un buen lab, con proyección, rigurosidad y efectividad. Mi consejo en ese caso, no dejes de esforzarte por trabajar con los investigadores a los que lees y admiras. Lo mejor que tiene la ciencia es que eso es perfectamente posible.

Hasta la próxima!

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